El estilo de vida clubes swingers se ha convertido en los últimos años en una tendencia muy atractiva para un número significativo de personas de la sociedad. Cada año gana más adeptos y son más las parejas de temprana edad que se interesan por esta práctica. Esto ha ocurrido precisamente por los beneficios que ofrece el mundo swinger, dentro de los cuales está la libertad sexual que se experimenta, el sexo seguro y la seguridad de tener relaciones sexuales en las que todo está claro.

Antes de la llegada del COVID, la práctica swinger iba en ascenso y esto era fácil de comprobar con solo ir a un club swinger. El ambiente, la seguridad y el confort que ofrecen estos locales, hacían del mundo liberal un espacio en el que era posible soñar y ser libres.

Actualmente, en tiempos de nueva normalidad y con el virus aun dando muestras de superviviencia, el ruido, el miedo y la inseguridad que experimentan hoy la personas ha llevado a que la afluencia a los clubes swinger disminuya, con respecto a años anteriores.

En cambio, han proliferado otras variantes, porque las personas siguen teniendo sexo y eso está claro. Los descampados, autos y chalet son el nuevo escenario improvisado en los últimos meses, para realizar las famosas quedadas, una tendencia peligrosa.

Las quedadas, la nueva amenaza que sufre la comunidad swinger

Las quedadas no son más que la cita o encuentro con previo acuerdo entre parejas y grupos en un lugar específico (un chalet, áreas abiertas y solitarias, parking…). Al estar cerrados todos los clubes swinger durante el confinamiento, los swinger, se vieron obligados a buscar una solución, por lo que decidieron definir puntos de encuentros en los que pudieran satisfacer sus necesidades más salvajes.

Esta tendencia no es nueva, pues es sabido que las quedadas son un fenómeno que existe hace muchos años y que ocurren en lugares generalmente con poca afluencia de personas como casas o locales abandonados, baños en estaciones poco usadas, sitios en la periferia o descampados.

A pesar de ser una alternativa que permite a las personas swingers tener la posibilidad de satisfacer sus necesidades, lo cierto es que las quedadas son una práctica muy peligrosa. En estos lugares, por lo general, no existen las condiciones higiénicas básicas, puedes encontrarte con cualquier tipo de personas y ojo, nadie está ahí para cuidarte, así que tendrás que velar por tu propia seguridad.

Cuando estas quedadas suceden entre un grupo de amigos, puede que los riesgos se suavicen, pues conoces a las personas y generalmente sucede en lugares más refinados, como la casa de uno de los miembros del grupo, en una habitación de hotel o en un chalet. Ahora bien, también tiene sus puntos de desventaja con respecto a los clubes swingers. En este caso, tendrás que prescindir de la posibilidad de conocer personas nuevas y diferentes. Además, cuando se está en un ambiente tan de confianza, se olvida respetar las medidas básicas de seguridad y de higiene.

El club swinger la opción más segura

El club swinger es un local que está pensado y diseñado con el objetivo de ofrecer el mejor servicio posible a las parejas o personas que experimentan el estilo de vida swinger o al menos coquetean con ciertos rasgos. Para esto, cuentan con instalaciones, con un equipo de trabajo profesional e implementan un sistema de seguridad y medidas higiénico-sanitarias que garantizan el bienestar de los clientes.

Cada uno de los espacios de estos locales, están diseñados y decorados con la intención de ofrecer el mayor confort. Por otro lado, siempre cuentan con un personal de seguridad que vela por tu bienestar, de manera que podrás sentirte libre y sin ningún temor.

En el caso del Club Swinger más reconocido en Gran Canarias: Secret, cada una de las áreas de la instalación presenta dispensadores de hidroalcohol, papeleras que se cambian constantemente y papel higiénico. Además, cuenta con un área bar-discoteca, donde las personas intercambian, disfrutan de una divertida música y animación y de excelentes tragos y cócteles, preparados por carismáticos camareros. También, tienen un personal dispuesto a mantener desinfectado constantemente los asientos y muebles usados, así que ni siquiera sentarte será un problema. En la entrada te explican las medidas higiénicas y te toman la temperatura. Dentro, tendrás que usar la mascarilla, excepto cuando te encuentres consumiendo según la nueva normativa.

La seguridad en los locales swingers durante la nueva normalidad

Nueva normalidad

Actualmente, con la nueva normalidad y la reapertura de los locales swinger, el escepticismo ha inundado las mentes de los swinger. Preguntas como: ¿cogeré algún riesgo? ¿será igual? ¿será seguro?, se presentan constantemente.

En este sentido, es importante conocer y tener claro que en estos locales será donde cogerás el menor riesgo. Son los espacios ideales para compartir con otras personas del mundo swinger. El riesgo siempre existe y eso es inevitable, pues está en la calle, en el transporte público, en la farmacia o en el mercado. Piensa que estos locales están condicionados precisamente para disminuir estos riesgos al máximo, de manera que puedas disfrutar de la buena compañía sin estrés.

Debes saber, además, que estos locales cumplen con las normativas vigentes por la pandemia del COVID- 19 y que el equipo de trabajadores está enterado de todas las medidas higiénico-sanitarias que se deben tomar, debido a una preparación previa que han tenido.

Muchos swinger tienen dudas sobre si la dinámica de intercambio será la misma, si se podrá bailar o si será raro. Lo cierto es que cada club ofrece una experiencia diferente, por lo que lo más acertado es descubrirlo, así que no tengas miedo de visitarlos, es la mejor opción. Lo más importante es que estos clubes te ofrecen todo aquello que les falta a las famosas quedadas.

Algunos defienden la idea de que las quedadas son más económicas pues en estas no tienes que gastar prácticamente nada, pero piensa: ¿a qué costo?, pues al de tu salud y seguridad.

Por otro lado, si de verdad te interesa insertarte en el mundo liberal, debes saber que, es más que sexo salvaje, es más que penetración mecánica. Ser swinger es seducción, persuasión, es un juego constante de miradas, es una práctica llena de excitantes preliminares, que mueren fuera del ambiente de un club swinger. Rozar tu mano con cuidado, intercambiar miradas o tener interesantes conversaciones mientras bebes y saber que nada te pasará, es un precio que hay que estar dispuesto a pagar.

Si de verdad piensas en tu salud, si de verdad quieres vivir en tranquilidad, pero no quieres renunciar a los placeres del sexo, de la seducción y de la pasión, apuesta por ambientes seguros, apuesta por los clubes swinger.

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